La idea que vamos a proponer es la de un viaje de tres días completos. No vamos a tener en cuenta el día de entrada ni el día de salida del país. Es posible que una persona llegue a San Petersburgo una tarde desde España, tenga tres días para ver la ciudad y luego vaya, por ejemplo a Moscú. O quizás su origen sea la antigua capital y la vuelta a España se realizaría desde San Petersburgo.
Primer día para visitar San Petersburgo
Querer visitar el Museo Hermitage en unas pocas horas es una locura. Pero no hay otro remedio si el tiempo apremia. Por lo tanto, para el primer día podemos acceder al Palacio de Invierno y ver todo lo que podamos. Después, recorrer a pie la Plaza del Palacio y llegar hasta el cercano río Moika. Desde allí parten algunos de los barcos que navegan por los ríos y canales de San Petersburgo. Una hora después, la embarcación parará en el mismo sitio.
Caminando se puede pasar junto al edificio del Almirantazgo para llegar hasta la Catedral de San Isaac. Merece la pena entrar, deleitarse con el lujoso interior y subir a la cúpula. Desde allí las vistas son increíbles y las fotos quedan muy bien. Luego, podemos ir caminando hasta el Puente Blagoveshchenskiy. Si lo cruzamos, entraremos en la Isla Vasílievski. Caminando junto a la orilla en dirección este pasaremos junto a grandes palacios. Así, llegaremos hasta el Kunstkamera y el Museo Zoológico del Instituto de Zoología de la Academia de Ciencias de Rusia.
Para finalizar la visita, podemos ver la ciudad desde el Strelka. A la derecha quedará el Palacio de Invierno y a la izquierda la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. Frente a nosotros se extenderá la división del imponente río Nevá.
Segundo día en las afueras
Creemos que una opción para el segundo día en San Petersburgo es abandonar la ciudad. Tampoco hace falta ir muy lejos, pero podemos visitar alguno de los palacios cercanos. Las opciones son básicamente dos:
- Palacio Peterhof y Palacio Konstantínovski. Ambos se encuentran situados al suroeste de la ciudad. Se pueden visitar en un día con tiempo de sobra. Podemos aprovechar para ver no solo los palacios, sino también los jardines de los alrededores. Eso sí, hay que salir con tiempo de San Petersburgo porque hay que usar el transporte público.
- Palacio de Catalina y Parque de Catalina. Es una obra maestra en el pequeño pueblo de Pushkin, al sur de la ciudad. La larga espera en la cola para acceder al palacio ya nos hará perder un buen tiempo. Pero una vez dentro, sabremos que la espera ha merecido la pena. Y una vez concluya la visita, podemos dar una vuelta por los jardines.
En ambos casos hay que tener muy presente las diferencias entre ir en una época del año o en otra. Ir en invierno hará que cualquiera de las dos excursiones sea mucho más breve. Si vamos en verano, no solo tendremos más horas de luz sino que podremos aprovechar mejor el clima.
Tercer día para visitar San Petersburgo
Para el tercer y último día podemos hacer una mezcla de iglesias y museos con algunos parques. Por ejemplo, un buen punto para comenzar es la Avenuda Nevsky. Es la arteria principal de San Petersburgo, lugar de compras y paseo para turistas y ciudadanos. Allí encontraremos bellos edificios, entre los que destaca la Catedral de Kazán. Una vez atravesemos su columnata, podremos entrar en el interior de este bello templo.
Más tarde, y caminando en paralelo al Canal Griboedova, podremos llegar a la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada. Es otra de las maravillas de la arquitectura de la ciudad, una obra de arte. Luego, con calma podemos caminar por el Jardín Mikhailovsky. Veremos un imponente edificio colindante al que deberíamos entrar. Se trata del Museo Estatal Ruso.
Cuando terminemos la visita, podemos seguir empapándonos de cultura en el cercano Castillo Mijáilovski. En la otra orilla del río Moika podremos conocer de primera mano dos importantes parques. Uno es el Campo de Marte y el otro es el Jardín de Verano.
Si sobrara tiempo, se puede cruzar el Puente Troitskiy y acceder a la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. Al menos podremos dar un paseo por la isla antes de terminar la visita a San Petersburgo.