Las marshrutkas pueden parar en cualquier lugar de la ruta. Para eso hay que pedírselo al conductor. Los autobuses públicos paran solo en las paradas oficiales. En cuanto al precio, suele oscilar entre los 40 y los 50 rublos por persona. Depende en muchos casos de la ruta y del destino. Hay que preguntar antes al conductor, y lo más probable es que solo hable ruso.
En los últimos años, el mercado ha evolucionado bastante. Algunas compañías privadas usan autobuses más grandes. Han pasado de los minibuses de 15 plazas a los tradicionales de 50 asientos. La mayor competencia entre las diferentes compañías ha provocado una bajada de los precios. Las rutas más transitadas de las principales ciudades utilizan ahora autobuses privados de tamaño completo. Éstos operan en el mismo precio con las empresas municipales.
Por lo tanto, pueden ser una buena opción para moverse por la ciudad. Eso sí, no podremos usar la Tarjeta Podorozhnik ni el billete unificado multiuso.
Es posible planificar una ruta con Google Maps. Nos informará de la ruta que debemos coger, del tiempo del trayecto y de la parada donde bajar.
En definitiva, es mejor usar este medio de transporte público cuando no haya otra opción.