Palacio Mariinski

Palacio Mariinski El Palacio Mariinski de San Petersburgo acoge la Asamblea Legislativa de la ciudad. Aunque actualmente no se puede visitar por dentro, tiene una historia interesante. Además, es muy bonito por fuera y merece la pena acercarse a verlo.

En el sitio donde se levantó estaba antiguamente la mansión de Chernyshov. Este edificio alojó una escuela militar. Sin embargo, pasó a mejor vida cuando el zar Nicolás I quiso hacerle un regalo a su hija la Gran Duquesa María Nikoláyevna. Cuando ésta se casó con Maximiliano de Beauharnais, el zar pensó en darle un palacio.

Andréi Stackenschneider diseñó un edificio de estilo neoclásico. Se construyó entre 1839 y 1844 y fue el último palacio Imperial ruso en ese estilo. La fachada está organizada con columnas corintias del gusto tradicional neoclásico. El conjunto está inspirado en el barroco francés del siglo XVII.

También se aprecian influencias del Renacimiento, como se puede ver en la ornamentación exterior. También se puede ver este aspecto en la decoración interior. Cada habitación se hizo con un estilo histórico diferente.

El palacio Mariinski volvió al poder imperial en 1884 y se mantuvo así hasta 1917. Entonces, el Gobierno Provisional tomó posesión del edificio y lo entregó al Consejo de la República Rusa. Después de la Revolución de octubre, el palacio alojó varios ministerios soviéticos y academias.

La fachada principal da al río Moika. Allí se encuentra el Puente Azul, que es el más ancho de San Petersburgo. Al otro lado está la Plaza de Isaac, el Monumento a Nicolás I y la Catedral de San Isaac.

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